Saltar al contenido principal.

Escudo de la Junta de Castilla y León; Página de inicio

Contacto

Medio Ambiente de Castilla y León

Redes Sociales

Contenido principal. Saltar al inicio.

Reserva Regional de Caza de la Sierra de La Demanda

Dónde se encuentra

La Reserva Regional de la Demanda está situada en la zona oriental de la provincia de Burgos, en la Sierra del mismo nombre. Comprende, en algunos casos parcialmente, los términos de Fresneda de la Sierra, Tirón, Pradoluego, Villagalijo, Santa Cruz del Valle Urbión, Valmala, Rábanos, Villasur de Herreros, Pineda de la Sierra, Ríocavado de la Sierra, Barbadillo de Herreros, Monterrubio de la Demanda, Valle de Valdelaguna, Huerta de Arriba, Neila, Quintanar de la Sierra, Regumiel de la Sierra, Canicosa de la Sierra, Vilviestre del Pinar, Palacios de la Sierra y Ledanías de Salas de los Infantes.

El Paisaje

La Sierra de la Demanda forma parte del Sistema Ibérico y constituye una comarca de montaña en la que abundan picos y alturas importantes. Se destacan los picos de Triguera (2.031 m.), San Millán, su máxima cota, (2.132 m.), Cabeza Aguilez (2.033 m.), Torruco (1.926 m.) y Otero (2.045 m.).

La mayor parte de las aguas que se recogen en la Reserva vierten al Duero a través de los ríos Arlazón, Pedroso y Arlanza. A la cuenca del Ebro pertenecen el Tirón y el Najerilla. La red hidrográfica que entre todos constituyen es muy compleja y da lugar, en combinación con las cresterías de las cumbres, a un relieve muy accidentado.

Flora y Fauna

Flora: Con excepción de alturas superiores a las posibilidades de desarrollo de la vegetación arbórea, esta Sierra se encuentra cubierta irregularmente por bosques de frondosas, haya, roble y rebollo, en las cotas inferiores y en las laderas de umbría, y de pino silvestre en el resto. Esta zona, junto con las limítrofes de Soria, posee una masa de pinar de gran riqueza ecológica e importancia económica, hasta el punto de que se la conoce con el nombre de Región Pinariega. El bosque de frondosas, de hayas y robles, persiste y esta soterrado como etapa serial climax de la mayoría de los pinares. La toponimia proporciona abundantes pistas de la verdadera vocación de muchos pinares, como Robledillo, Rebollosa, Cabeza Rebollo,…
Los Servicios Forestales repoblaron artificialmente con pino silvestre terrenos desarbolados en los que la cubierta de matorral no permitía una fácil progresión de las especies arbóreas. Con todas estas actuaciones, se ha llegado a la situación actual en que, en que más del 70% de su superficie se encuentra cubierta por masa arboladas, un poco más de la mitad por pinos, y el resto de monte bajo, de regeneración por cepas, de frondosas, principalmente de rebollo y haya. Si se exceptúan otro 10% que se dedican a cultivos y prados, los terrenos restantes son de matorral; brezos, majuelos, biércoles, zarzamoras, jaras, escobas, etc. y algunos arbustos de gran importancia para el cobijo y sustentación alimenticia de la fauna, como enebros, servales, cerezos silvestres, etc.

Fauna: A las diversas especies de invertebrados, donde hay que destacar la presencia del cangrejo de río autóctono, se unen algunos anfibios, sobresaliendo el tritón palmeado, posible subespecie endémica, y el sapo de espuelas que encuentra aquí el límite septentrional de su distribución; y 16 especies de reptiles, algunas de ellas en regresión: lagarto verde, culebra de collar, víbora aspid y víbora hocicuda. El grupo taxonómico más abundante es el de las aves, con un total de 90 especies, entre las especies más vulnerables se hallan la cigüeña blanca, el aguilucho cenizo, el alimoche, la tórtola común, el águila real, buitre leonado, halcón peregrino, búho real. Por lo que respecta a los mamíferos hay que distinguir por su valor cinegético: el conejo, la liebre, el lobo, que en los primeros años de existencia de la Reserva, se pensaba había desaparecido, actualmente vuelve estar presente aun cuando su presencia es esporádica, el zorro, el jabalí, el ciervo y el corzo; desde el punto de vista de su conservación son de especial interés el desmán de los Pirineos, la nutria, el gato montés y la jineta.

Los Pueblos

Dentro de la Reserva se pueden señalar dos zonas muy diferenciadas. La meridional, con una actividad económica derivada de la madera, y el resto de la comarca, donde sólo existen algunas pequeñas industrias textiles y alimentarias de carácter familiar, con excepción de Pradoluengo, donde las fábricas de confección de boinas, medias y calcetines alcanzan dimensión nacional.

La agricultura continúa siendo de muy escasa importancia, cultivándose, principalmente, prados de siega, patatas, y cereales. La ganadería alcanza una fuerte significación, destacando el aumento experimentado en los últimos años por el ganado vacuno y la casi desaparición del cabrío. Últimamente, se ha producido un notable crecimiento en importancia económica de los aprovechamientos forestales en la zona norte.

Otro yacimiento de empleo que va progresando rápidamente es el del turismo. Los pueblos de la sierra siempre constituyeron centros tradicionales de veraneo, pero actualmente se está promocionando un turismo rural de calidad, respetuoso con el entorno e integrado en la zona, con un desarrollo de infraestructuras en alojamiento, restauración y actividades de ocio organizadas en plena naturaleza.

Actividad Cinegética

Las posibilidades cinegéticas de la Reserva son muchas y variadas, tanto para los amantes de la caza a rececho o de las batidas. Todo ello en unos parajes de gran belleza que nos proporcionarán unas inolvidables jornadas de caza.

La caza del corzo nos ofrece la posibilidad de descubrir la belleza de los amaneceres y atardeceres de la Reserva, esperando que aparezca el trofeo deseado.

Otro tanto ocurre con la caza del ciervo, que en la época de celo se nos mostrará en todo su esplendor en los cuarteles 1, 2, 3 y 4.

El imprevisible jabalí que nos hará recorrer los bosques buscando las mejores batidas.

Además de cazar

De imprescindible visita por sus valores histórico-monumentales son las localidades cercanas de Silos, Covarrubias, Lerma y Burgos capital, además de las interesantes iglesias románicas del entorno, como la de Vizcainos, Jaramillo de la Fuente y el famoso ábside de la iglesia de Riocabado de la Sierra. Otra excursión muy interesante, para alternar con la visita a monumentos, es la ascensión a la Laguna Negra, lago de montaña, cercado por escarpadas paredes rocosas, tan altas que las sombras que proyectan sobre las aguas dan a éstas un oscuro color verdoso que justifica el nombre con que se conoce esta laguna. La Reserva es un lugar idóneo para los deportes de invierno como el esquí nórdico u otros, al aire libre como el senderismo, la equitación, cicloturismo y la bicicleta de montaña.

La cocina burgalesa se caracteriza por platos consistentes y sustanciosos, coherente con su clima frío y vigorizante. Entre los platos típicos, pueden citarse el picadillo, las famosas morcillas de Burgos, de fama nacional, la no menos célebre olla podrida, la menestra de ternera serrana y el cordero lechal. Como platos de temporada, pueden saborearse las codornices estofadas y las setas. Dentro de los embutidos destaca, últimamente, la cecina de corzo y ciervo, curada con humo de leña. Como postre, el más típico es el queso de Burgos, pero tampoco deben olvidarse las magníficas yemas que, con pequeñas variaciones, se confeccionan en toda la provincia, las almendras de Briviesca y la miel de la zona de Silos.

Para más información consultar la dirección web   www.turismocastillayleon.com