CLIMA
Clima
El clima de la zona, de tipo Semiárido Continental (IGME, 1980), se caracteriza por poseer una acusada estacionalidad, con inviernos lluviosos y muy fríos, y veranos cálidos y secos.
Los fuertes vientos son un elemento bastante frecuente en el espacio natural. La dirección predominante es de componente SW durante la mayor parte de los meses, siendo el invierno la época más ventosa.
Al objeto de ampliar la información arriba indicada, a continuación se incluye un resumen de los datos facilitados por la Estación Meteorológica de Tapioles, situada aproximadamente en el centro de la ZEPA. La serie de datos abarca un periodo de 14 años.
Altitud: 691 m.
Temperatura media anual: 12 ºC
Precipitaciones anuales: 431.9 mm.
Temperatura media anual del mes más frío: -1.3 ºC
Mínima absoluta: -17.5 ºC
Media de las máximas del mes más cálido: 33.8 ºC
Máxima absoluta: 45 ºC
HIDROLOGÍALa ZEPA pertenece mayoritariamente a la subcuenca del arroyo Salado (16.800 has), que incluye la totalidad del complejo lagunar. El resto del área vierte sus aguas directamente a los ríos Esla y Valderaduey, ambos afluentes del Duero.
Los recursos hídricos subterráneos son muy importantes, si bien el agua existente por debajo de la cota 695 en las localidades de Villarrín de Campos, Villafáfila y Revellinos es extremadamente salobre, no siendo utilizable ni para riego ni para consumo humano.
En la zona se diferencian dos acuíferos principales, uno regional y otro de carácter local. El acuífero regional, ubicado a bastante profundidad, no posee descarga natural directa a las lagunas. El acuífero local, cuyo nivel freático se encuentra muy cercano a la superficie, está conectado directamente con las lagunas, que ocupan unas 500 has de superficie en la época de máxima inundación.
Como puede observarse en el cuadro incluido a continuación, las tres lagunas principales suman más del 80% de la superficie inundada:
Laguna | Término Municipal | Superficie |
Laguna Grande | Villafáfila | 192 has |
Laguna de Barillos | Revellinos y Villafáfila | 118 has |
Laguna de las Salinas | Villafáfila y Villarrín de Campos | 70 has |
Hidrología
Las aguas de las tres principales lagunas presentan elevadas concentraciones de cloruro sódico, estando los sulfatos y carbonatos en proporciones minoritarias. El fitoplancton es muy pobre debido a la elevada turbidez de las aguas. El zooplancton y el meiobentos son muy diversos e interesantes, siendo Villafáfila una de las pocas localidades de la Península Ibérica donde aparece Brachinecta ferox, el anostráceo más grande del Paleártico (hasta 4 cm), que sólo ha sido citado para el resto de Europa en las estepas del este de Hungría. Se considera que la existencia en Villafáfila de esta rara especie es una reliquia preglaciar (LIMNOS, 1995).
GEOLOGÍALa mayor parte de la zona de actuación se asienta sobre terrenos donde afloran sedimentos datados en el Mioceno Medio-Superior (Vindoboniense), diferenciándose las dos siguientes facies litológicas:
Geología
- Facies "Montamarta": Presenta abundantes niveles detríticos en la zona del borde. Los materiales en ella depositados están datados entre el Vindoboniense Inferior y el Superior.
- Facies "Tierra de Campos": Se aprecian con más facilidad los diferentes niveles detríticos, menos abundantes que en la facies anteriormente descrita. Los materiales que en ellos se encuentran proceden del Vindoboniense Medio o del Superior.
En las lagunas y en sus bordes aparecen depósitos de rañas originarios del Plioceno. Estos depósitos están constituidos por cantos de cuarcitas redondeados, con arcillas sabulosas rojizas y arenas. En el cauce del arroyo Salado se pueden observar sedimentos aluviales de origen Cuaternario.
PAISAJEEl área se caracteriza por su suave orografía, dominada por escasos desniveles y amplios horizontes. El terreno aparece predominantemente dedicado al cultivo de cereal de secano (trigo y cebada, principalmente), que se intercala con pequeñas praderas, viñedos y cultivos de alfalfa, conformando un hábitat que ha sido denominado por algunos autores "pseudoestepa cerealista".
La zona presenta dos unidades paisajísticas bien diferenciadas:
Paisaje
- La Estepa Cerealista, caracterizada por sus horizontes amplios y monótonamente uniformes, ocupa la mayor parte de la superficie de la ZEPA. La alternancia de cultivos y barbechos ofrece un cambio estacional de paisaje muy notorio, donde los verdes primaverales van cediendo paso a los amarillos y ocres del estío y del otoño. El ganado ovino que recorre las rastrojeras durante todo el año es un característico elemento más que resalta en el monótono entorno circundante.
- El Complejo Lagunar Salino, de marcado carácter estacional, aporta, principalmente durante los meses más húmedos del año, un espectacular contrapunto al árido panorama circundante. Las manchas de agua más o menos somera salpican el entorno, asociadas a ellas reverdecen los pastizales. Estos enclaves generan una cierta diversidad paisajística, y por su carácter temporal, un cambio en la percepción del paisaje que los hace verdaderamente atrayentes.
VEGETACIÓNLos trabajos de concentración parcelaria realizados en la década de los años 70 conllevaron la desaparición de la práctica totalidad del escaso arbolado presente hasta entonces en la zona, y provocaron una reducción muy notable de la vegetación arbustiva asociada a los linderos y otras áreas hasta entonces no cultivadas. Este factor, conjugado con la amplitud de la superficie dedicada al cultivo de cereal desde tiempos pretéritos, ha motivado que la vegetación natural de porte arbóreo y arbustivo sea muy escasa actualmente en la ZEPA.
En las riberas de los cursos de agua y en la periferia de los pueblos se localizan algunas pequeñas alamedas, donde vegetan principalmente álamos blancos (Populus alba) y chopos del país (Populus nigra); el negrillo (Ulmus minor) frecuente hasta tiempos recientes, ha desaparecido prácticamente en la actualidad, debido a la misma enfermedad que lo ha llevado al umbral de la extinción en el resto de la Península Ibérica.
Fitosociológicamente, la Reserva se ubica en el dominio de la encina (Quercus ilex), dentro del territorio correspondiente a las series Genisto hystrici-Querceto rotundifoliae sigmetum y Junipero thuriferae-Querceto rotundifoliae sigmetum (RIVAS-MARTÍNEZ, 1985). La encina, muy escasa en la actualidad en el interior de la ZEPA, es todavía abundante en algunas áreas aledañas a la misma.
Vegetación
La vegetación arbustiva está limitada a la presencia esporádica de algunas especies de amplia distribución, entre las que cabe citar el rosal silvestre (Rosa canina), la zarza común (Robus sp.), la retama de olor (Sparcium junceum), la retama blanca (Retama sphaerocarpa) y la vid (Vitix vinicola).
Las lagunas poseen un tipo de vegetación especialmente adaptado a los ciclos de inundación-desecación y a la elevada salinidad del suelo. Las especies más representativas de las lagunas son Scirpus maritimus y S. littoralis (castañuela) en las zonas inundadas, y Aeluropus littoralis en los bordes de las láminas de agua.
FAUNALa fauna que frecuenta la ZEPA es muy rica y variada, destacando especialmente la extraordinaria abundancia de invertebrados acuáticos de alto valor ecológico. En las lagunas del complejo se desarrollan comunidades hidrobiológicas típicamente esteparias, que cuentan con especies únicas en la Península Ibérica; estas especies encuentran en la ZEPA el límite occidental de su distribución en el Paleártico.
Las comunidades anteriormente mencionadas son altamente productivas, y concentran su máximo desarrollo en los cortos periodos de tiempo que dura la inundación, lo que explica su notable interés como recurso alimenticio para muchas aves acuáticas migratorias.
Dentro del grupo de los vertebrados hay que hacer una referencia especial, pues, a las aves, clase que incluye especies cuyas poblaciones locales son merecedoras de reconocimiento internacional. Sin embargo, también pueden observarse en el área especies muy interesantes pertenecientes a otros grupos de fauna.
Entre los peces, el más representativo de la zona es la carpa (Cyprinus carpio), que remonta el río Salado en los años con precipitaciones adecuadas para desovar, y que constituye un alimento importante para diversas especies de predadores. En 1986 se introdujo de forma ilegal en algunas lagunas de aguas permanentes un cierto número de ejemplares de tres especies originarias de Norteamérica: el pez gato (Ictalurus melas), el pez sol (Lepomis gibbosus) y el black-bass o perca americana (Micropterus salmoides); estos taxones han tenido, afortunadamente, una escasa expansión en el interior de la ZEPA, aunque en áreas cercanas han proliferado de forma notable.
Las poblaciones locales de reptiles, anfibios y mamíferos tienen relativamente escaso interés, si se exceptúa la liebre (Lepus granatensis), muy apreciada por los lugareños por su valor cinegético. La pobreza de las poblaciones de los grupos indicados es consecuencia directa de la fuerte modificación del medio provocada por el hombre (escasa cobertura proporcionada por los monocultivos extensivos de cereal, uso intensivo de plaguicidas, etc.) Cabe citar la presencia, entre otras especies, de gallipato (Pleurodeles waltl), sapo corredor (Bufo calamita), rana común (Rana perezi), culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), eslizón tridáctilo (Chalcides chalcides), lagarto ocelado (Lacerta lepida), zorro (Vulpes vulpes), erizo común (Erinaceus europaeus) y musaraña (Crocidura russula).
En el caso de las aves, es conveniente tratar de forma diferenciada los dos medios que conforman la ZEPA.
Fauna
La Estepa Cerealista acoge las mayores concentraciones mundiales de avutarda (Otis tarda) ; la avutarda comparte el hábitat con una rapaz, el cernícalo primilla (Falco naumanni), que posee en la zona la colonia nidificante más numerosa de Castilla y León. El hábitat estepario acoge otra larga lista de especies, que incluye aves tan significativas de este medio como son las siguientes: sisón (Tetrax tetrax), ortega (Pterocles orientalis), aguilucho cenizo (Circus pygargus), aguilucho pálido (Circus cyaneus) y alcaraván (Burhinus oedicnemus).
Por su parte, el Sistema Lagunar concentra casi el 50% de todas las aves acuáticas que se censan en Castilla y León, siendo la única zona húmeda regional que actualmente cumple los criterios necesarios, cuantitativa y cualitativamente, para ser considerada Humedal de Importancia Internacional. Entre las especies nidificantes ligadas en mayor o menor medida al medio acuático merece la pena destacar las siguientes: cigüeñuela (Himantopus himantopus), avoceta (Recurvirostra avosetta), aguilucho lagunero (Circus aeruginosus), pagaza piconegra (Sterna nilotica), avefría (Vanellus vanellus), azulón (Anas platyrhynchos), zampullín chico (Tachybaptus ruficollis), cigüeña blanca (Ciconia ciconia), pato cuchara (Anas clypeata), ánade friso (Anas strepera), chorlitejo chico (Charadrius dubius), etc. Entre los taxones invernantes o en paso se debe destacar la presencia de ánsar común (Anser anser), con 35.000 individuos censados en enero de 1998, grulla (Grus grus), ánade friso (Ana strepera), azulón (Anas platyrhynchos), cerceta común (Anas crecca) y espátula (Platalea leucorodia).