HISTORIAUn poco de historia
historia
Los estudios arqueológicos realizados en el interior del espacio natural han aportado evidencias que permiten confirmar la presencia de asentamientos humanos que se remontan a épocas muy antiguas. Se han encontrado restos de la industria achelense (Paleolítico Inferior) en Villárdiga, San Martín de Valderaduey y Cañizo (Benito, L. et al, 1986), cinceles de cubo en Otero de Sariegos (Fernández Manzano, J., 1985) y viviendas tipo "Soto de Medinilla", utilizadas por pueblos dedicados al cultivo de trigo y cebada entre los años 700 y 133 a de C. en Revellinos (Romero Carnicero, F., 1985).
En Villafáfila han sido hallados restos romanos, algunas piezas visigóticas y otros indicios arqueológicos que abarcan casi todas las épocas históricas.
Durante la Reconquista la zona fue ocupada y repoblada por Alfonso II (866-910), creándose alrededor de Las Salinas varias aldeas que se ocupaban de la explotación de este apreciado recurso. La explotación de Las Salinas decayó al intensificarse el comercio con el Reino de Portugal, que exportaba sal en unas condiciones de precio y calidad muy superiores a las ofrecidas por la zona.
En el siglo XVIII se realiza un nuevo intento de poner en explotación las Salinas, llegándose a construir una fábrica de salitre en Villafáfila, denominada "Real Fábrica de Salitre de la Villa de Villafáfila". Sin embargo, la empresa resultó poco rentable y la fábrica fue cerrada tras un corto lapso de tiempo, sin que se halla vuelto a retomar la idea de poner en explotación las Salinas desde entonces.
Municipios en la ZEPA El área de actuación afecta a los 11 términos municipales que se relacionan a continuación: Cañizo , Cerecinos de Campos, Manganeses de la Lampreana, Revellinos, San Agustín del Pozo, San Martín de Valderaduey, Tapioles, Villalba de la Lampreana, Villafáfila, Villárdiga y Villarrín de Campos.
El municipio de Villafáfila, a diferencia del resto, que sólo cuentan con una localidad dentro del espacio, incluye dos pueblos, Villafáfila y Otero de Sariegos. Este último se encuentra casi deshabitado desde hace años.
Mapa
POBLACIÓNDurante la segunda mitad del siglo XX el área ha sufrido un intenso proceso de despoblamiento, similar al experimentado por la mayor parte de los pueblos del resto de la provincia de Zamora, que se ha visto favorecido por la mecanización del campo.
Población
Este proceso ha reducido el censo de población de la ZEPA a 4.245 habitantes, una cifra similar a la existente a comienzos del siglo XIX.
Desde hace pocos años uno de los pueblos ubicados en el interior de la ZEPA, Otero de Sariegos, ha sido abandonado por casi todos sus habitantes.
TÉRMINOMUNICIPAL
| NÚMERO DEHABITANTES |
1845-1850 | 1960 | 1991 |
Cañizo | 462 | 807 | 392 |
Cerecinosde Campos | 818 | 1.205 | 460 |
Manganesesde la Lampreana | 732 | 1.718 | 920(*) |
Revellinos | 352 | 724 | 342 |
SanAgustín del Pozo | 116 | 413 | 195 |
SanMartín de Valderaduey | 386 | 324 | 101 |
Tapioles | 480 | 447 | 216 |
Villafáfila | 1.158 | 1.686 | 623 (*) |
Otero | 102 | 97 | - |
Villalbade la Lampreana | 426 | 717 | 322 |
Villárdiga | 255 | 365 | 123 |
Villarrínde Campos | 854 | 1.713 | 551 |
TOTAL | 6141 | 10.216 | 4.245(*) |
* Manganeses de la Lampreana a partir de 1970 incluye la pedanía deRiego del Camino; Villafáfila incluye en 1991 la pedanía deOtero deSariegos. |
Recursos Económicos
Recursos
La economía de los pueblos localizados dentro de la ZEPA se basa principalmente en la agricultura y en la ganadería.
El incremento del parque de maquinaria agrícola ha traído aparejado un aumento notable de los cultivos de cereal, que suponen más del 80% de la superficie cultivada.
El cultivo de cereal se realiza mediante un sistema de año y vez, debido a las condiciones del terreno y la ausencia de riego. Las especies más utilizadas son el trigo (Tricitum aestivum) y la cebada (Hordeum vulgare). El siguiente cultivo en importancia es la alfalfa (Medicago sativa).
El regadío no ha prosperado por la elevada salinidad del agua existente en la zona, que origina el empobrecimiento de las tierras.
La ganadería tiene una importancia relevante, en especial el sector ovino, que cuenta con un censo de 43.850 ovejas, que se mantienen generalmente en régimen semi-extensivo. El ganado vacuno se mantiene en régimen de estabulación.
La industria queda limitada a la existencia de varias pequeñas explotaciones: dos fábricas de queso de oveja en Tapioles y Villarrín de Campos, un taller de confección de ropa de lana, también en Villarrín de Campos, una fábrica de muebles en San Agustín del Pozo y, finalmente, una cooperativa textil en Manganeses de la Lampreana. Estas pequeñas fábricas han sido incapaces de absorber la mano de obra excedente de la agricultura, lo que ha provocado una masiva emigración, dirigida a Madrid, el País Vasco y Valladolid principalmente.
En la actualidad existe un notable repunte del sector servicios, que crece a remolque del fuerte tirón que se deriva de los atractivos naturales del espacio. La puesta en marcha de un programa Leader II en la zona, gestionado por la Asociación de Desarrollo Local ADRI-Palomares, ha favorecido el incremento del número de negocios hostelería, que se ha traducido en la reciente apertura de un hostal y en la inminente puesta en marcha de otros establecimientos del ramo.
Arquitectura Tradicional
Palomar
Los palomares constituyen la más característica muestra de la arquitectura tradicional del espacio natural, y dan carta de identidad al mismo. Se trata de construcciones muy herméticas, pues su única abertura al exterior, si exceptuamos las pequeñas troneras que permiten las idas y venidas de las palomas, suele ser la puerta de entrada.
Su indudable interés arquitectónico anima a describir brevemente su estructura. Los palomares están construidos, en su mayor parte, con barro y paja. Las paredes son de tapial (muros formados por una mezcla continua de barro y paja prensados) y adobe (ladrillos de barro y paja secados al sol), y se asientan sobre cimientos o "lizares" de piedra. La parte superior de los palomares está coronada con teja árabe de barro cocido, que se sujeta sobre un entramado de vigas de madera; la madera es usada también para confeccionar la puerta de entrada y el cargadero de la misma.
Vista interna del palomar
En el interior del palomar se sitúan varias paredes paralelas a los bordes del cerramiento exterior, que albergan los nidales destinados a recibir la puesta de las palomas. Generalmente los nidales se comienzan a excavar a un metro por encima del nivel del suelo, en número aproximado de cinco por cada metro cuadrado de pared.
El número de palomares existentes dentro de la ZEPA supera los 180, siendo Villarrín de Campos con 68 y Villafáfila con 42 los municipios más ricos en este patrimonio (Yanes, J.E., 1997).
En la actualidad muchos palomares se encuentran en ruinas, debido a su escasa rentabilidad y a la necesidad de mantenimiento periódico que precisan. Existen dos programas en marcha encaminados a promocionar su restauración, uno integrado en un Programa Life que entra en vigor en el año 2.000, y otro cuya financiación corre a cargo de la Junta de Castilla y León (Consejería de Medio Ambiente, la Consejería de Agricultura y Ganadería, la Consejería de Fomento), ADRI Palomares y la Unión Europea.